Con ello, el
Ibex dice adiós a los aerogeneradores y da la bienvenida a las
tripas de celulosa. Se van esos molinos de viento que hubieran hecho
las delicias del mismísimo Don Quijote y vienen unos productos algo
más prosaicos y viscerales. Pero,
sobre todo, deja el Ibex un valor tremendamente bajista y entra un
título claramente alcista.
La historia
bursátil de Gamesa
es digna de archivar para ser explicada a los alumnos de cualquier
curso de bolsa. Durante años, además de constituir campo abonado
para los operadores del corto plazo, se nos vendió la idea de que
Gamesa era líder mundial en su sector, con una sólida
administración germánica y poseedora de una cartera de pedidos que
aseguraba los beneficios futuros durante años y años. Siempre
estuvo en ese grupo de valores a los que rodeaba constantemente la
posibilidad de ser adquiridos por algún competidor a precios
realmente atractivos para los accionistas.
La realidad de
los acontecimientos ha sido otra muy distinta y lo que un día estuvo
cerca de valer 40 euros hoy supera el euro con dificultad.
Ahora, Gamesa
se ve condenada a habitar ese Mercado Continuo por el que pululan
decenas de valores sin pena ni gloria. La salida del Ibex provocará
inevitablemente un descenso en la media de contratación. Otra cosa
será ver los efectos más inmediatos que sobre la cotización pueda
tener este adiós, aunque, pasado el momento inicial, acabará siendo
la tendencia la que marque los tiempos, sea la que sea.
Por lo que nos
atañe, Viscofán,
el que entra, forma parte de nuestra
cartera modelo, lo que siempre es de agradecer. De hecho, a pesar
de tratarse de un valor del Mercado Continuo, ya representaba en esa
cesta de valores un porcentaje superior a otros integrantes
pertenecientes al Ibex 35.
La vela dejada
hoy es de las que marcan un techo temporal de mercado, idea que se
reafirma si tenemos en cuenta la zona de precio en que se ha
producido. Diríamos que los operadores se han aplicado aquello de
comprar con el rumor
y vender con la noticia.
Evidentemente, no es que la impecable tendencia alcista de Viscofán
durante estos últimos años se deba a la rumorología. Son sus
sólidos fundamentales los que están detrás de ese precio en
constante subida. Pero parece claro que hoy ha habido quien ha
decidido hacer caja. ¿Tocará un apoyo en esa directriz alcista
acelerada que marcamos en verde?
Las despedidas
siempre dejan en el aire un perfume de tristeza. Afortunadamente,
este aroma se diluye con rapidez y los que vienen pronto nos hacen
olvidar a los que se fueron. Demos la bienvenida a Viscofán y
deseémosle lo mejor a Gamesa en su nueva andadura, sobre todo por lo
que le toca a sus sufridos accionistas.